La primera edición combinada de la Feria Internacional de Turismo Interior (Intur) y AR-PA Turismo Cultural registró un aumento del 9% en el número de visitantes durante los dos primeros días, alcanzando 24.500 accesos entre el viernes y el sábado. Según datos aportados por la viceconsejera de Acción Cultural de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho, y el director de la Feria de Valladolid, Alberto Alonso, el evento podría superar los 35.000 visitantes al cierre.
Sancho destacó que el objetivo de crear un evento más sólido y atractivo se ha cumplido, gracias a la sinergia entre patrimonio, cultura y turismo, que ha generado mayor internacionalización y oportunidades de negocio.
Cifras destacadas de AR-PA Intur
El Congreso Internacional de AR-PA Turismo Cultural reunió a 319 congresistas, con cinco conferencias, cuatro mesas de debate y 30 ponencias enfocadas en la cultura y el patrimonio como motores del turismo. Por su parte, Intur Negocios congregó a 64 operadores turísticos y 315 empresas, propiciando más de 10.000 reuniones comerciales, un 6% más que en 2022.
Críticas desde el sector y la oposición
Aunque los organizadores consideran la edición un éxito, el PSOE y representantes del sector turístico rural expresaron su descontento. Según José Ignacio Martín Benito, portavoz socialista de Cultura y Turismo, la unión de Intur y AR-PA fue un "auténtico desacierto", calificándola como un intento de salvar una feria en declive. Además, criticó la falta de apoyo al turismo rural, que representa un sector clave para Castilla y León.
En el ámbito rural, empresarios como Luis Ángel Chico, presidente de Turismo Rural, cuestionaron la falta de enfoque en los alojamientos rurales y la disminución de espacios para este segmento, tradicionalmente clave en Intur. Señaló que la feria no atrae suficientes turistas que pernocten y generen impacto económico directo, y lamentó la pérdida de relevancia de Intur como referente nacional.
La respuesta de la Junta y visión de futuro
El consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja, defendió la fusión como una decisión estratégica para potenciar la oferta de Castilla y León, caracterizada por su patrimonio, naturaleza y enogastronomía. Sin embargo, reconoció los retos planteados por los detractores.
Tanto organizadores como críticos coinciden en que el evento tiene margen de mejora y señalaron la necesidad de fortalecer la promoción del turismo rural y equilibrar los intereses de todos los sectores representados.