Una "inmigración ordenada", "vinculada al empleo". Eso es lo que defendió el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Carriedo lo tiene claro, desde el ejecutivo autonómico abogan porque los migrantes extranjeros vengan a España, si es posible, "con contrato de trabajo para facilitar su integración".
"Somos partidarios, por tanto, de la llegada de inmigrantes que puedan acceder a un empleo, a un contrato de trabajo y que se integren socialmente y que esta integración social y laboral contribuya a mejorar nuestra comunidad autónoma", añadió el portavoz.
Por otro lado, Carriedo reconoció los problemas para cubrir vacantes en determinados puestos de trabajo. "Hay miles de puestos de trabajo sin cubrir en Castilla y León", algo que, dice, ya han detectado muchas empresas. En consecuencia, cree que la llegada de migrantes podría suponer un alivio para esos puestos de difícil cobertura.