Imagen de ejemplo un letrero de pueblo colocado boca abajo como parte de la protesta 'Revolta Pagesa'.
Imagen de ejemplo un letrero de pueblo colocado boca abajo como parte de la protesta 'Revolta Pagesa'.

En los últimos días, varios municipios de Valladolid y Burgos han amanecido con sus letreros colocados de manera inusual: boca abajo. Esta acción, que podría parecer una broma, es en realidad una protesta que ha llegado desde Francia y se ha extendido por diversas zonas rurales de España. La iniciativa, conocida como 'Revolta Pagesa', busca dar visibilidad al descontento del sector agrícola ante la falta de apoyo institucional y las consecuencias del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. Los miembros de este movimiento han expresado en redes sociales que con esta acción quieren demostrar que el sector agrícola en España se siente «del revés».

Después de haber sido adoptada en Cataluña y Aragón, la tendencia ha llegado a Castilla y León. En Valladolid, municipios como Castrillo-Tejeriego, Castroverde de Cerrato y Fombellida han visto sus carteles invertidos. En la provincia de Burgos, localidades como Quintanarraya, Huerta de Rey, Hinojar del Rey, Arauzo de Miel, Arauzo de Torre, Coruña del Conde y Peñalba de Castro también se han sumado a la protesta, incluyendo pancartas y alpacas con el lema «No a Mercosur».

Según ha conocido esRadio Castilla y León, el alcalde de Piña de Esgueva, Jorge Rodríguez, ha expresado su opinión sobre la situación: «Ayer amanecimos y nos encontramos las señales en el suelo, cosa que no veo muy adecuada. Me parece fenomenal la iniciativa, pero dejarlas en el suelo es una cosa que no comparto». Rodríguez también ha destacado la importancia de la agricultura y la ganadería a nivel europeo y la necesidad de que el pueblo se haga escuchar.

El objetivo principal de estas protestas es la reducción de los aranceles en el acuerdo Mercosur, lo que podría permitir la entrada de productos sudamericanos a precios más bajos, obligando al sector primario a competir en condiciones desfavorables.  

La protesta continúa y se espera una manifestación el próximo 10 de marzo, que podría marcar un nuevo hito en esta lucha por el futuro del campo español.

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