No quiso poner excusas. El alcalde de Soria, Carlos Martínez, pidió perdón por su controvertida aparición a lomos de un vehículo que simulaba a un 'papamóvil' en las fiestas de Tardelcuende.
El regidor soriano reconoció su error: "Es clarísimamente una torpeza", sentenció Martínez, y añadió que no debió "prestarse a ello". Además de subirse a ese coche durante unos festejos patronales, el primer edil de Soria se dedicó a repartir bendiciones, simulando ser el Papa.
Carlos Martínez quiso disculparse con los vecinos de Tardelcuende, con la ciudad de Soria y con las personas religiosas que se hayan podido sentir dolidas u ofendidas.
Asimismo, confirmó en rueda de prensa que, además de las numerosas críticas, ese acto le costó una amonestación de la Guardia Civil. La benemérita le puso una multa de 100 euros por "infracción leve contra la circulación".