Cadáveres de algunas de las ovejas atacadas por el lobo en la provincia de Salamanca.
Cadáveres de algunas de las ovejas atacadas por el lobo en la provincia de Salamanca.

Cadáveres y animales mutilados o gravemente heridos, estas son las consecuencias que sufren los ganaderos de la comarca de Ledesma en Salamanca. Explotaciones ubicadas en Santa María de Sando, La Encina o Villaseco de los Gamitos y que acumulan 220 ovejas muertas desde el pasado mes de Abril, la última esta misma semana. 

Un problema que Isabel Herrero, una de las ganaderas de la zona asegura se ha recrudecido con ataques a plena luz del día. Ya no les vale con encerrar su ganado por las noche,  lo que hace que vivan jornadas extenuantes tanto a nivel físico, guardando y sacando al ganado, como mental, conscientes de que solo es cuestión de tiempo que el lobo vuelva a atacar su rebaño.

La semana pasada la UE votaba a favor de la rebaja en la protección del lobo gracias a una mayoría cualificada de los estados miembros y en la que pese a los votos en contra de España e Irlanda,  se acordó rebajar la calificación desde especie  “estrictamente protegida” a “protegida”. Una buena noticia para estos ganaderos pero que aun no celebran, ya que saben que es el gobierno español el que debe modificar su legislación para permitir abatir lobos cuando estos supongan una amenaza.

Los ganaderos recuerdan que incertidumbre continua en la que viven, sumada al estrés que este tipo de ataques genera en el resto del ganado, hacen muy complicado el poder obtener rentabilidad económica de las explotaciones ovinas.

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