La Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA) ha presentado en Madrid el informe ‘El Lujo de Vivir en Cuenca, Soria y Teruel’ con el fin de posicionar estas provincias como territorios que aglutinan una gran variedad de ventajas que podrían influenciar en las familias y empresas a la hora de establecerse en ellas. El estudio ha sido realizado por el equipo del doctor en Economía, José Antonio Herce y es uno de los informes que están realizando las organizaciones FOES, CEOE CEPYME Cuenca y CEOE Teruel dentro de los trabajos para luchar contra la despoblación que realizan dentro del lobby SSPA, que cuenta con el apoyo de las Diputaciones Provinciales de Soria, Cuenca y Teruel y la colaboración de Caja Rural de Soria, Globalcaja y Caja Rural de Teruel. En sus intervenciones los presidentes de las patronales han señalado la importancia de transformar la visión que se tiene muchas veces de las zonas rurales y potenciar aquellas ventajas competitivas que tienen frente a los grandes núcleos de población.
El informe ‘El Lujo de Vivir en Cuenca, Soria y Teruel’ revela datos hasta ahora desconocidos sobre distintos parámetros que podrían influenciar en las personas a la hora de establecerse en estos lugares, para lo que estas provincias se han sometido a un examen exhaustivo que cuantifica y compara estas zonas menos pobladas de España con territorios con una alta densidad poblacional como Madrid y con el conjunto de España y del que se concluyen una serie de ventajas diferenciales para sus habitantes. Este estudio es un paso más de la Red SSPA en la reivindicación de los territorios pequeños y con menor densidad poblacional, y su tesis es que las ventajas de las zonas pequeñas también deben darse a conocer para contrarrestar esa percepción de que las zonas urbanas y más densamente pobladas son más atractivas.
El informe pone en evidencia la creencia popular de que las provincias con pocos habitantes tienen limitaciones en los servicios demostrando que no en todas las ocasiones es así y posicionando estos lugares como zonas perfectas para el desarrollo social, familiar o laboral de las personas, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida. Mejor acceso a la vivienda y mayor calidad en la educación, menos tiempo en los desplazamientos, tasas bajas de desempleo o un marco de relaciones sociales más cercano, profundo y auténtico, son algunas de las premisas que convierten a estas zonas con baja densidad poblacional en lugares perfectos para vivir frente a las grandes ciudades.
Para llegar a conclusiones como estas se han analizado y comparado 17 puntos básicos repartidos en seis categorías distintas. Servicios esenciales (salud y educación), recursos vitales (vivienda, empleo e ingresos), soporte socioeconómico (movilidad, emprendimiento, fiscalidad y soportes productivos), entorno social (comunidad, balance vida-trabajo y seguridad), servicios necesarios (compras, cultura y deporte y ocio) y entorno ambiental (activos ambientales y proximidad a la naturaleza.