
Los inspectores del Principado de Asturias han encontrado indicios de extracción irregular de carbón en la mina de Cerredo, donde el pasado 31 de marzo una explosión costó la vida a cinco mineros y dejó a otros cuatro gravemente heridos.
La inspección, realizada este martes en el nivel tercero de la explotación —el mismo en el que se produjo la tragedia—, ha revelado la existencia de dos huecos de grandes dimensiones: uno de 18,2 metros y otro de 24,6, con una altura de unos 30 metros y una anchura de apenas 80 centímetros. Según las primeras estimaciones visuales, estos espacios podrían estar relacionados con la extracción de carbón, una actividad que no estaba autorizada por las licencias vigentes.
La empresa responsable, Blue Solving, no contaba con permiso para operar en esa zona de la mina. Por ello, ya se le ha abierto un expediente administrativo sancionador.
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, Belarmina Díaz, ha dado a conocer estos datos este viernes durante su comparecencia ante el Parlamento asturiano, solicitada por ella misma para informar del accidente y del avance de las investigaciones.
Las autoridades continúan trabajando para esclarecer todas las circunstancias que rodean este trágico suceso.