Fernando Rueda, Autor del 'Líneas Rojas' (Izda.) y Pedro Lechucha, Decano del Colegio de Periodistas de CyL (Dcha.) durante la entrevista en 'Es la Mañana de León' con Arturo Martínez (centro)
Fernando Rueda, Autor del 'Líneas Rojas' (Izda.) y Pedro Lechucha, Decano del Colegio de Periodistas de CyL (Dcha.) durante la entrevista en 'Es la Mañana de León' con Arturo Martínez (centro)

El espionaje, más humano que nunca

El pasado jueves, Fernando Rueda, periodista, escritor y uno de los mayores expertos en servicios de inteligencia en España, presentó su último libro, Líneas Rojas, en el Museo Casa Botines Gaudí de León. Organizado por el Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León, el evento atrajo a un público expectante por descubrir los secretos de una obra que combina realidad y ficción, desvelando las sombras y luces de los espías que han marcado la historia reciente de nuestro país. “Esta es una historia real, pero también es una reflexión sobre el precio que muchos pagan al cruzar esas líneas rojas que afectan no solo a sus misiones, sino a sus vidas”, explicaba Rueda durante la entrevista, que junto con Pedro Lechuga, Decano del Colegio de Periodistas, realizaban en 'Es la Mañana de León' con Arturo Martínez

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El sacrificio tras las misiones más peligrosas

El libro narra la fascinante infiltración de Mikel Lejarza, conocido como 'El Lobo', en una red mafiosa que intentaba desviar 2.000 millones de euros fuera de España. Fernando Rueda no solo muestra el riesgo y la estrategia de este espía legendario, sino también el coste personal que supone cumplir con una misión de esta magnitud. “Mikel ha vivido 49 años escondido. Cuando cruzas estas líneas, ya no hay vuelta atrás”, destacó Rueda.

El autor también habló de otros casos impactantes, como el de una agente infiltrada en ETA durante un año. Vivió con doce terroristas sanguinarios, enfrentándose a un entorno hostil donde incluso llegaron a enamorarse de ella. “Imaginen lo que significa para alguien convivir con personas que podrían matarte en cualquier momento y, al mismo tiempo, ganarte su confianza. Es un nivel de sacrificio difícil de comprender”, reflexionó el periodista.

El dilema ético del espionaje

Una de las grandes preguntas que plantea Líneas rojas es: ¿hasta dónde se debe llegar un espía para cumplir con una misión? Según Rueda, los espías a menudo deben enfrentarse a decisiones que desafían sus principios éticos. “No son héroes de película. Son personas reales que cargan con el peso de sus actos. Algunos han traicionado a amigos, otros han tenido que asumir identidades que les han hecho perder de vista quiénes son realmente”.

Un caso que ilustra esta dualidad es el de un matrimonio de espías rusos que, tras años viviendo en Occidente, olvidaron su idioma natal y sus raíces. “La madre incluso dejó de entender a sus hijos cuando le hablaban en ruso, porque había asumido completamente su vida en otra identidad”.

Los olvidados de los servicios secretos

Rueda subraya que, aunque las historias de éxito son emocionantes, muchos espías son abandonados por los servicios secretos tras cumplir con su misión. “Es una de las mayores injusticias de este mundo. Estas personas se juegan la vida por su país y, cuando ya no son útiles, son olvidadas. Es una realidad cruda, pero habitual”.

En Líneas rojas, Rueda no solo muestra el impacto psicológico de estas misiones en los agentes, sino también cómo las traiciones y los engaños forman parte inherente de este mundo. “Los servicios secretos mienten a sus infiltrados, los gobiernos mienten a los servicios secretos… es un ciclo de engaño constante. Pero al final, todo se reduce a sobrevivir y cumplir con el objetivo”.

La conexión entre ficción y realidad

Aunque Líneas rojas es un relato inspirado en hechos reales, Rueda reconoce que ha tenido que construir personajes y situaciones para proteger a las personas involucradas. “Este libro no está basado en hechos reales, está inspirado en ellos. Hay una gran diferencia. Por ejemplo, el equipo de espías que aparece en la historia no existió como tal, pero refleja la esencia de los mejores agentes que he conocido. Son los que, en algún momento, cruzaron líneas que nunca creyeron cruzar”.

El autor también mencionó las similitudes entre su obra y series como La casa de papel. “Mis editoras me lo dijeron: el ritmo trepidante y los personajes intensos les recordaban a la serie. Pero aquí la diferencia es que estos personajes están basados en personas reales que han sufrido y sentido el peso de sus decisiones”.

El papel de la prensa y la responsabilidad ética

Durante la entrevista, Rueda también habla del papel de los periodistas en la divulgación de información sensible. Recordó que la responsabilidad ética es clave para proteger tanto a las fuentes como a la sociedad. “Si en la época del desembarco de Normandía hubieran existido redes sociales, la misión habría fracasado. Hoy en día, con el clickbait y el sensacionalismo, estamos perdiendo esa responsabilidad”

Un libro que invita a la reflexión

Líneas rojas no es solo un libro sobre espionaje; es una obra que invita a reflexionar sobre los dilemas éticos, el sacrificio personal y las complejidades del mundo de los servicios de inteligencia. El autor lanza una reflexión: “El espionaje es un mundo que opera en las sombras, pero sus consecuencias están siempre presentes en nuestras vidas. Los espías no son solo héroes anónimos; son personas que, al cumplir con su deber, a menudo pierden parte de sí mismos”

Para quienes deseen adentrarse en esta apasionante historia, Líneas rojas ya está disponible en librerías. Una obra imprescindible para entender el lado más humano y desconocido del espionaje

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