
En una fuga digna de una película de acción, el narco Ángel Benito Moreno, de 47 años y condenado a 20 años de prisión, logró escapar del Centro Penitenciario de Valladolid en Villanubla utilizando un método insólito: se escondió en el petate de otro recluso que estaba siendo puesto en libertad.
La evasión ocurrió el viernes pasado, aprovechando el momento de las visitas y la liberación de tres reclusos. Ángel Benito Moreno, que cumplía condena por blanqueo de capitales, delitos contra la salud pública y falsedad documental, habría utilizado el caos de esos momentos para introducirse en el petate de uno de los reclusos liberados.
Los funcionarios del centro penitenciario no se percataron de su ausencia hasta el último recuento del día, realizado a las 21:30 horas. Hasta ese momento, Moreno había estado presente en los recuentos anteriores, a las 7:30 y 14:30 horas.
Ángel Benito Moreno, trasladado desde el penal de Cáceres, es descrito como un narco con los recursos necesarios para preparar una huida al extranjero. Según informaciones recogidas por esRadio Castilla y León, equipos de la UCO de la Guardia Civil utilizaron dispositivos avanzados, como visión infrarroja y cámaras térmicas, para rastrear el perímetro del centro penitenciario, aunque las autoridades creen que el fugitivo ya se encuentra lejos.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de la fuga y determinar si hubo algún fallo en los protocolos de actuación.
Esta es la primera fuga exitosa en los 45 años de servicio del Centro Penitenciario de Valladolid. En el pasado, hubo un intento fallido de fuga cuando un recluso saltó el muro y fue capturado con una pierna rota. La Guardia Civil ha activado un dispositivo para localizar y capturar a Ángel Benito Moreno, mientras que la Policía Nacional ha sido informada de los detalles del caso.