Europa está muy agitada últimamente, aunque el motivo se desconoce. A lo mejor es por las elecciones europeas, que están a la vuelta de la esquina, el 9 de junio. O porque simplemente se está viviendo una situación de escalada de tensión, provocada por la globalización y por un momento de crisis de materias primas y de componentes tras la pandemia.
La realidad es que todavía hay varios frentes abiertos: la guerra entre Rusia y Ucrania o entre Israel y Hamás. Guerras que, sin duda, van a marcar esos comicios. Eso sí, tampoco hay que olvidar el resto de problemas que siguen presentes en el continente. Problemas ambientales, desempleo, terrorismo, migración y la crisis demográfica que sufren muchos lugares dentro de los 27. De esto último trata esEuropa.
España está ahora mismo a la cola en nacimientos de toda la Unión. El país tiene una edad media de 45 años y la población infantil ha bajado del 4%. Nacen más bebés de madres de 41 años, que de 25.
Pablo Hertfelder García-Conde, presidente del Instituto de Política Social, ve imprescindible que Europa ponga de manera urgente un rumbo de familia a todas las políticas. La institución ha presentado un informe con 50 medidas de cara a las europeas para, entre otras, frenar la que denominan sangría demográfica que tienen zonas como Asturias, Galicia o Castilla y León.