Montserrat González y Triana Martínez, la autora material y su hija cómplice del asesinato de la presidenta Provincial de León, Isabel Carrasco en mayo de 2012, han remitido una carta al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Oviedo en la que expresan su más profundo y repentino arrepentimiento por el dolor causado a la familia de la fallecida y prometen no volver a acercarse a los allegados de la víctima, porque su comportamiento futuro «nunca jamás será doloroso».
El cambio de mentalidad coincide con las dos últimas negativas a la concesión de beneficios penitenciarios para las condenadas, que cumplen penas respectivas de 22 y 20 años de prisión. También es la primera de las consecuencias de la novedad que supone que se haya hecho cargo de su dirección letrada el abogado madrileño Fernando Pamos, conocido por ostentar la representación procesal de algunos de los implicados en el ‘Tamayazo’, el célebre caso de transfuguismo del PSOE en la Comunidad de Madrid.
En el escrito dirigido a la jueza, las dos principales implicadas en la trama del asesinato hablan de «un acto de contrición para ponerse del lado de quien fue ofendido» y mostrar su «gran pesar por lo que acaeció». Una conducta, dicen, que sirva también de ejemplo «a toda la sociedad», según detallan en la misiva.