Valladolid contará con un nuevo referente cultural y turístico. El Monasterio de Santa Catalina, en pleno centro de la ciudad, será rehabilitado para convertirse en un gran centro de interpretación del vino, aunque sin uso hotelero por el momento.
Las obras, iniciadas el pasado 18 de marzo, cuentan con una inversión de casi 5 millones de euros financiados con fondos europeos del Plan de Recuperación. Se extenderán durante casi un año, en concreto, los trabajos tienen una duración estimada de 11 meses y 3 semanas.
El proyecto forma parte del Plan Nacional de Enogastronomía y transformará este edificio del siglo XV en un espacio destinado a la promoción del patrimonio enológico y gastronómico, con áreas para eventos, exposiciones y un viñedo urbano.
Valladolid, como cuna del vino
“Queremos que Valladolid sea como Burdeos”, expresó el alcalde, Jesús Julio Carnero, durante la presentación del proyecto, en la que también participaron responsables del estudio González Arquitectos y la constructora.
De momento, no se contempla un hotel
Aunque en su día se planteó la posibilidad de instalar un parador nacional, esta opción fue descartada por el Ministerio. El alcalde no descarta un futuro uso hotelero impulsado por la iniciativa privada, aunque sin apoyo del conocido “2% cultural”, una circunstancia que ya ha generado críticas desde la oposición.
El diseño de la rehabilitación respeta el valor patrimonial del monasterio, declarado Bien de Interés Cultural en 1979, y aplicará una museografía avanzada para ofrecer una experiencia sensorial e inmersiva en torno a la cultura del vino.
También se crearán espacios ajardinados vinculados a las prácticas tradicionales de los monjes, como el cultivo de la vid y plantas aromáticas.