
La salud mental de los niños y adolescentes en Salamanca atraviesa una situación crítica. Un estudio del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), en colaboración con la Universidad de Salamanca (USAL) y el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), ha revelado que las conductas suicidas en este grupo de edad se han cuadruplicado desde 2019 hasta 2022, una tendencia que podría mantenerse al alza en los próximos años.
Los investigadores, liderados por los psiquiatras Jesús Pérez Sánchez-Toledo y Ana Maciá-Casas, han analizado los datos de atención psiquiátrica en las Urgencias Pediátricas del Hospital de Salamanca durante los años 2019, 2021 y 2022. Según el estudio, publicado en la revista científica Healthcare, el número de menores atendidos por problemas de salud mental ha pasado de 78 en 2019 a 140 en 2022, lo que evidencia un incremento notable en la demanda de ayuda.
Aumento del riesgo de suicidio y autolesiones
Uno de los datos más alarmantes del informe es el aumento del porcentaje de menores con pensamientos suicidas. En 2019, solo el 25% de los atendidos en Urgencias Pediátricas presentaban este tipo de conductas, mientras que en 2022 esta cifra superó el 50%. Aún más preocupante es el incremento del número de casos con un riesgo real de suicidio: en 2019 se registraron 19, mientras que en 2022 la cifra ascendió a 79.
Además, casi el 48% de los menores atendidos en 2022 había recurrido a la auto lesión como mecanismo de afrontamiento, lo que supone un notable aumento en comparación con el 33% registrado en 2019. Un fenómeno que, según los expertos, podría estar relacionado con la influencia de las redes sociales y el acceso inmediato a cierto contenido que en ellas se publica y que normaliza este tipo de conductas.
Factores detrás de la crisis de salud mental en jóvenes
Los investigadores advierten de que la pandemia de la COVID-19 pudo haber acelerado esta tendencia, pero esta no es la única causa. Otras como factores socioeconómicos, el aislamiento social, el uso indebido de redes sociales y la falta de acceso a tratamiento especializado también estarían influyendo en este incremento de casos.
"Es raro el día en que no recibimos un aviso sobre un menor con pensamientos autolíticos o intentos de suicidio en Urgencias", alerta el doctor Jesús Pérez Sánchez-Toledo.
Investigación en marcha y necesidad de estrategias urgentes
Ante esta alarmante situación, el equipo del IBSAL ha puesto en marcha nuevos estudios para analizar el impacto del uso de psicofármacos en la población más joven y cómo están afrontando esta crisis los sistemas sanitarios de otros países.
Los investigadores recuerdan que, en España aún no existe una estrategia nacional contra el suicidio, a pesar de que ya es la primera causa de muerte entre los jóvenes.
"La prevención y el tratamiento precoz son clave para evitar un mayor deterioro de la salud mental en los niños y adolescentes", concluye el Doctor Pérez Sánchez-Toledo, que insistió en la necesidad de reforzar los recursos de atención y diseñar políticas de prevención más efectivas.