La iniciativa, que busca el reconocimiento global del legado arquitectónico de Gaudí, se centra principalmente en la Casa Botines y el Palacio Episcopal de Astorga. Estas obras maestras, que reflejan la innovación y la creatividad del célebre arquitecto catalán, podrían ser consideradas para inclusión en la lista de patrimonios antes de 2030.
La Casa Botines, en particular, es un monumento nacional que ha sido reconocido como Bien de Interés Cultural en España y destaca por ser la primera casa de vecinos diseñada por Gaudí. Este edificio no solo sirvió de banco de pruebas para futuras obras del arquitecto, sino que también marcó una transformación significativa en su estilo, después de su estancia en León.
La Cátedra Gaudí, una institución vinculada a la Universidad Politécnica de Cataluña y dedicada a la investigación y divulgación de la obra de Gaudí, está liderando la campaña de nominación. Este organismo ha sido fundamental en lograr reconocimientos previos para las obras de Gaudí y actualmente trabaja en la elaboración del expediente que se presentará en 2026, coincidiendo con el centenario del fallecimiento del arquitecto.
Un aspecto crucial de este proceso es la colaboración entre diferentes instituciones y la comunidad. El proyecto ha logrado unificar esfuerzos no solo a nivel administrativo, sino también comunitario, recabando apoyos a través de una campaña que incluirá una página web para recibir adhesiones.
La moratoria de diez años impuesta por la UNESCO, que limita la presentación de nuevos expedientes por parte de países como España, no afecta la posibilidad de ampliar expedientes ya existentes. Esto posiciona favorablemente a la candidatura de los edificios de Gaudí, y es posiblemente la única que España pueda promover durante este período.
La iniciativa no solo busca la conservación y el reconocimiento internacional, sino también potenciar el turismo y el desarrollo local, para resaltar la importancia histórica y cultural de León y sus monumentos. Los beneficios de este reconocimiento son palpables, como lo demuestra el alto número de visitantes que ya atraen las obras de Gaudí en España y que reciben anualmente millones de turistas.
Este esfuerzo por incluir a León y sus tesoros arquitectónicos en el mapa del patrimonio mundial destaca la relevancia de la comunidad y la cultura local en la preservación de su propio legado, un legado que se espera compartir con el mundo entero.