León se convirtió en el epicentro de la gastronomía histórica con la llegada de Antonio Pinya Florit, conocido como Pinjás Ben Abraham, un chef cuya trayectoria es digna de admirar. Este maestro de los fogones ha cautivado a monarcas y al público general por igual con su habilidad para trasladar los sabores del pasado al presente. El lunes ofreció una conferencia sobre la gastronomía del Siglo de Oro en Astorga, y ayer, en el restaurante PAX Las Carbajalas, lideró un taller sobre empanadas medievales y una cena comentada única.
El chef que conquistó a los Reyes
Antonio Pinya Florit no es un cocinero cualquiera. Durante 12 años dirigió la cena anual de despedida de Sus Majestades los Reyes de España en el Palacio de La Almudaina en Palma de Mallorca. Con un currículum que incluye más de 20 publicaciones premiadas internacionalmente, entre ellas dos galardonadas como los mejores libros gastronómicos del mundo por los Gourmand World Cookbook Awards, Pinya ha llevado la esencia de la cocina española a los rincones más lejanos del planeta, desde Japón hasta México.
“Hablar de comida es hablar de cultura, de historia y de tradición”, cuenta Pinya durante la entrevista en 'Es La Mañana de León' con Arturo Martínez. Su especialidad, la cocina histórica, combina las tradiciones culinarias judías, cristianas y árabes, una fusión que marcó el esplendor gastronómico del Siglo de Oro español.
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El taller que conectó a León con el pasado
En el restaurante PAX Las Carbajalas, desveló los secretos de las empanadas medievales y del Siglo de Oro. El chef explicó cómo estas no solo eran un alimento, sino también una técnica de conservación que permitía prolongar la vida de ingredientes como carnes y pescados.
Con ingredientes sencillos y rellenos como el cabello de ángel o el cordero, el taller ofreció a los asistentes una experiencia gastronómica y un auténtico viaje al pasado.
La cena comentada: un festín del Siglo de Oro
A las 20:30 horas, los asistentes disfrutaron de una cena única con platos inspirados en la dieta del Siglo de Oro, como:
- Sopa de habas secas con tropezones de tasajo, una delicia humilde pero esencial en la dieta de la época.
- Empanada de cordero, fiel a las raíces de las tres culturas que convivían en España.
- Poleadas, un postre ancestral perfumado con anís, que es el antecedente de las natillas modernas.
Pinya describió la experiencia como “un túnel del tiempo”, que permite conectar con los aspectos sensoriales y culturales de una época brillante.
La esencia del Siglo de Oro en León
Estas jornadas, organizadas por la Academia de las Artes, las Letras y las Ciencias de León, han sido una oportunidad para acercarse a la riqueza gastronómica de nuestro pasado. Para Antonio Pinya, referente en la preservación del patrimonio culinario español y en la difusión de nuestra historia gastronómica, revivir estos sabores es una forma de "preservar la identidad cultural y entender cómo la comida ha sido un reflejo de las circunstancias sociales e históricas".