ICAL. Imagen de archivo de una profesional veterinaria.
ICAL. Imagen de archivo de una profesional veterinaria.

Rebelión veterinaria. Las clínicas de Castilla y León protagonizaron un cierre simbólico en protesta contra el nuevo Real Decreto que regula la prescripción de antibióticos en animales. 

La normativa, que está en vigor desde el 2 de enero, impone nuevos requisitos administrativos y sanciones inmediatas, generando una fuerte preocupación en el sector. La medida ha sido rechazada de manera unánime por los profesionales, quienes piden su suspensión cautelar y un periodo de adaptación hasta 2029.

El funcionamiento del sistema Presvet

El sistema Presvet es una base de datos creada por el Ministerio de Agricultura para registrar el uso de antibióticos. Los veterinarios critican que esta herramienta no se integra con los programas de gestión de las clínicas y que su implementación genera una carga burocrática "desproporcionada"

Además, denuncian que las nuevas restricciones han llevado a algunos profesionales a evitar la prescripción de antibióticos por miedo a posibles sanciones. De hecho, el Consejo de Colegios Oficiales de Veterinarios de Castilla y León ha solicitado una reunión con la Junta para debatir la aplicación de la norma en la comunidad. 

Su presidente, Luciano Díez, señaló en declaraciones a este medio que la situación actual genera "inseguridad" e "inquietud" en el gremio.

En un comunicado, trasladaron al ministro de Agricultura, Luis Planas, su “desacuerdo, malestar e inquietud” con la nueva regulación. Argumentan que, si bien apoyan el uso responsable de los antibióticos para evitar resistencias bacterianas, la normativa interfiere en su labor diaria y compromete la salud de los animales.

Subida de precios

A la complejidad administrativa se suman las repercusiones económicas. La aplicación de un IVA del 21% en tratamientos veterinarios encarece notablemente la atención a los animales de compañía. Según los profesionales, por cada 100 euros de tratamiento, los propietarios pagan 11 euros más en impuestos. 

En procedimientos más costosos, como cirugías, la diferencia puede ser significativa, afectando a la capacidad de muchas familias para costear la atención veterinaria de sus mascotas.

Los pequeños animales: los más afectados

Los veterinarios también alertaron sobre las dificultades en la gestión de excedentes de medicamentos y la restricción del uso de fármacos de uso humano en ciertas especies. 

Juan Monge, veterinario vallisoletano especializado en pequeños animales, señaló que muchas especies como conejos, aves y reptiles dependen de estos tratamientos, y su limitación podría comprometer su salud. Monge añade que el exceso de 'papeleo' está generando "estrés" entre sus compañeros de profesión

Ante este escenario, el Consejo de Veterinarios insiste en la necesidad de revisar el Real Decreto para garantizar un equilibrio entre el control de antibióticos y la viabilidad de la práctica veterinaria. Mientras tanto, el sector se mantiene en pie de guerra y advierte que, si no se atienden sus demandas, las protestas podrían intensificarse en las próximas semanas.

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