“En un momento crucial para el periodismo en España, es imperativo abordar los retos y oportunidades a los que se enfrenta nuestra profesión en la era digital”. Pedro Lechuga, Decano del Colegio de Periodistas de Castilla y León, siente la responsabilidad de destacar la importancia de la integridad, la ética y la responsabilidad en el periodismo, especialmente ante la inminente transformación digital que nos afecta a todos.
Para el colectivo ,la integridad y la ética son fundamentales en este campo. En tiempos de transformación, estas no son solo palabras vacías, sino que representan la esencia del periodismo como guardián de la democracia. Estos valores son cruciales para mantener la confianza pública y ofrecer una información precisa y veraz.
La digitalización ha traído consigo tanto ventajas como desafíos significativos. La capacidad de alcanzar a una audiencia global instantáneamente es una ventaja indiscutible, pero también ha surgido una competencia feroz que a menudo prioriza la velocidad sobre la exactitud. Esto representa un desafío particular para los medios tradicionales que luchan por mantener su relevancia en el nuevo paisaje mediático.
El periodismo tiene un rol insustituible en la democracia, no solo informando sino actuando como un contrapeso al poder. Su función es facilitar información contrastada y denunciar abusos, asegurando que ningún poder quede sin escrutinio.
Recientemente, ha surgido preocupación en torno a la nueva Ley de Publicidad Institucional. La propuesta ha generado un debate intenso, con críticas centradas en sus posibles efectos sobre la libertad de prensa y la comunidad periodística sigue vigilante.
El reglamento europeo sobre la libertad de los medios de comunicación exige transparencia en la titularidad y las finanzas de los medios. Estos requerimientos son fundamentales para que los ciudadanos comprendan quién influye en las noticias que leen.
Desde el Colegio de Periodistas de Castilla y León, defienden de manera activa el compromiso con la independencia periodística, en un escenario donde se percibe un intento de controlar narrativas y, potencialmente, coartar la libre expresión.
El combate a la desinformación debe ser una prioridad para todos, sin distinción ideológica. Es crucial abordar este problema desde un enfoque global y no partidista, enfocándonos en la veracidad sobre la conveniencia política.
El periodismo en España se encuentra en un punto de inflexión y deben mantenerse firme en los principios de integridad y ética. Lechuga asegura que se debe trabajar juntos para asegurar que la profesión no solo sobreviva, sino que también prospere en el servicio de la sociedad.