Ya han pasado unos días desde el pasado 29 de octubre, cuando las autonomías del Levante, y alguna colindante, se vieron azotadas por una terrible DANA. Las consecuencias humanas, y también las materiales, han sido gravísimas. Por ello, ahora, la Comisión Europea, a través de su presidenta, Ursula Von Der Leyen, asegura que “están listos para ayudar” a todos los afectados.
Mientras, en España, la sociedad parece que tiene un pensamiento común: las administraciones estatales y regionales no están a la altura de las circunstancias. Incluso hay quién va más allá y lo tilda de inacción de las mismas. Y es que, cuando eso pasa, el pueblo sale a la calle a ayudar a los que lo necesitan. Como es este caso. El ejemplo lo hemos encontrado en Tomás García, bombero leonés; y Luis Francisco del Agua, agricultor vallisoletano. Ambos se han desplazado a Valencia para hacer que poco a poco todo vuelva a la normalidad.
En todo este contexto general, a un ciudadano particular que habite en alguna de las localidades de la `Zona 0´ se le pueden venir a la mente varias preguntas: ¿cuándo llegarán esas ayudas prometidas? ¿en qué forma? Y lo más importante: ¿son palabras vacías de nuestros políticos? Si no que se lo digan a los afectados por el volcán de La Palma, que años después, siguen sin recibir ni un duro. A pesar de, en un primer momento, escuchar lo bueno y lo mejor de todas y cada una de las administraciones públicas involucradas.