Audio: El mejor día de la semana

01/11/2024

Hoy, en “El mejor día de la semana”, Fran Mezcua, María Jesús Álava Reyes, Javier Urra, Alfonso Manjavacas, Ana Olivares, Esteban Massana y Candela Rojas.

En “El mejor día de la semana”, hemos tratado tres temas clave: María Jesús Álava Reyes nos ha hablado de la importancia de dedicar tiempo diario para nuestro bienestar. Ana Olivares nos ha recordado, con la historia de "La bellota y el monje", cómo los hábitos crecen y se arraigan si no los transformamos a tiempo. Finalmente, Javier Urra nos ha explicado cómo el cambio de estación y horario puede afectar nuestro estado de ánimo.


Recupera tu vida: el poder de reservar tiempo para ti

En el programa de hoy, María Jesús Álava Reyes nos ha hablado sobre la importancia de dedicarnos tiempo. Nos ha recordado que es un privilegio tener un momento diario para pensar, reír, descansar o simplemente disfrutar. Según Álava Reyes, la rutina puede consumirnos rápidamente si no reservamos un espacio solo para nosotros.

Hemos visto que el agotamiento emocional surge cuando nos olvidamos de nuestra necesidad de descanso. Álava Reyes ha explicado que este desgaste aumenta cuando solo tenemos interacciones obligatorias, como en el trabajo o en familia, sin tiempo para relaciones que nos aportan. La calidad de vida, nos dice, no depende solo de cumplir obligaciones, sino de disfrutar momentos y conectar con los demás.

Además, Álava Reyes ha subrayado que planificar ese tiempo personal debe ser una prioridad. Recomienda al menos una hora diaria para nuestro bienestar, algo que considera esencial para mantener energía y paz interior. Nos ha recordado que este tiempo no debe sacrificarse, ya que es vital para nuestra salud emocional y crecimiento.

Finalmente, hemos comprobado que dedicar una hora diaria a uno mismo puede ser un cambio sencillo, pero poderoso, para revitalizar nuestro bienestar.


¡La bellota y el monje! El poder de los hábitos

Ana Olivares pone voz a un recordatorio de que los hábitos, aunque pequeños al inicio, crecen con el tiempo. Identificar y cambiar aquellos negativos pronto facilita el proceso; dejarlos arraigarse hace casi imposible transformarlos.

Paseaban el maestro y el aprendiz por el bosque, y de pronto el maestro le dijo al alumno: "¿Ves esa bellota? Cógela". El alumno la cogió y ambos siguieron andando. De pronto, se encontraron con un arbolito pequeño, y el maestro le dijo al alumno: "¿Ves ese arbolito? Trata de arrancarlo". El alumno, tras mucho esfuerzo, al fin lo logró.

Siguieron andando y se toparon de frente con un inmenso roble, grande y frondoso, con tronco grueso y raíces profundas. El maestro le dijo al alumno: "¿Ves ese roble? Arráncalo". El alumno miró al maestro, extrañado, y le dijo: "Maestro, si con el arbolito casi no pude, ¿cómo voy a poder arrancar este roble?"
El maestro contestó: "Tus hábitos son como este roble. Cuando están muy profundamente arraigados, es prácticamente imposible cambiarlos. Todo empieza como esa diminuta bellota que llevas en las manos. Si identificas que es negativo al principio, es fácilmente reemplazable. Si lo dejas por mucho tiempo, te pasará como con el arbolito. Costará, pero con esfuerzo lo lograrás. Si dejas que tus hábitos negativos se instalen en tu vida demasiado tiempo, se convertirán en un enorme roble imposible de arrancar".


¿Cómo afecta el cambio de hora a nuestro estado de ánimo?

Hoy, con Javier Urra, hemos hablado de cómo las estaciones y la luz influyen en nuestra psicología. Urra nos ha contado que somos seres bio-psico-sociales, capaces de adaptarnos, pero también sensibles a los cambios en nuestro entorno. La primavera, nos dice, nos llena de energía, casi como una vuelta a la adolescencia, mientras que el otoño puede traer introspección, melancolía y cierta oscuridad.

También hemos abordado el efecto del cambio de hora en nuestra vida diaria. Urra ha señalado que este ajuste tiene un impacto mínimo y temporal, pero la reducción de horas de luz sí genera para algunas personas sentimientos de soledad y nostalgia. Esta percepción, explica, es emocional más que física, pues el cuerpo se adapta rápidamente, salvo en el caso de cambios intensos, como los turnos rotativos de trabajo.

Para finalizar, Urra nos ha invitado a escuchar nuestro propio ritmo y a respetar nuestras necesidades de descanso. Aunque el cambio de hora puede resultar molesto, hemos comprobado que lo que realmente influye en nuestro bienestar es cómo percibimos estos cambios, más que el ajuste en sí.