Audio: El mejor día de la semana
Hoy hemos explorado el misterio del envejecimiento con Fernando Valladares, quien nos ha contado cómo los telómeros, estructuras en el ADN que protegen nuestras células, se acortan con el tiempo, acelerando el envejecimiento. Sin embargo, hemos descubierto que un estilo de vida activo puede ayudar a retrasar este proceso. Valladares nos ha revelado que el ejercicio y otros hábitos saludables pueden conservar los telómeros, permitiéndonos sentirnos más jóvenes por más tiempo.
¿Podemos ser jóvenes eternamente? Con Fernando Valladares
En el programa de hoy, hemos conversado con Fernando Valladares sobre un aspecto fascinante del envejecimiento: los telómeros. Nos ha explicado que, aunque el envejecimiento sigue siendo un misterio en muchos aspectos, la ciencia ha avanzado al descubrir estructuras en el ADN llamadas telómeros. Estos telómeros, ubicados en los extremos de los cromosomas, funcionan como “capuchones” que protegen el material genético durante la división celular.
Durante la conversación, hemos comprendido que los telómeros se acortan con cada división celular, lo cual contribuye al envejecimiento del organismo. Sin embargo, ciertas células, como las células madre, pueden regenerar estos telómeros gracias a una enzima especial llamada telomerasa, lo que les permite una mayor longevidad y capacidad de renovación.
Valladares también ha señalado un dato interesante: existen formas naturales de mantener los telómeros más largos y así retrasar los signos de envejecimiento. Estudios muestran que las personas activas, que realizan ejercicio de manera regular, tienden a conservar telómeros más largos, reflejando así indicadores fisiológicos de juventud.
Finalmente, hemos comprobado que un estilo de vida saludable, basado en el ejercicio regular, puede tener efectos positivos sobre nuestros telómeros y, por ende, sobre el proceso de envejecimiento.
¿Qué cuántos años tengo? José Saramago.
¿Que cuántos años tengo?
¡Qué importa eso!
¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo gritar
sin miedo lo que pienso.
Hacer lo que deseo,
sin miedo al fracaso o lo desconocido...
Pues tengo la experiencia de los años vividos
y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo
otros "que estoy en el apogeo".
Pero no es la edad que tengo,
ni lo que la gente dice,
sino lo que mi corazón siente
y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios
para gritar lo que pienso,
para hacer lo que quiero,
para reconocer yerros viejos,
rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen por qué decir:
¡Estás muy joven, no lo lograrás!...
¡Estás muy viejo, ya no podrás!...
Tengo la edad en que las cosas
se miran con más calma,
pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos,
las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor,
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego
de una pasión deseada.
y otras... es un remanso de paz,
como el atardecer en la playa.
¿Que cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número,
pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino
derramé al ver mis ilusiones truncadas...
Reflexionando sobre la jubilación y el bienestar en la tercera edad con Javier Urra
Hemos conversado con Javier Urra sobre la jubilación y sus implicaciones emocionales y prácticas. Nos ha contado que, al llegar a la tercera edad, muchos sienten la necesidad de asegurar una estabilidad económica que les permita vivir tranquilos, especialmente ante la posibilidad de gastos médicos o residencias. En España, aunque la seguridad social provee apoyo, tener un “colchón” propio sigue siendo un deseo común entre los mayores.
Urra ha enfatizado la importancia de preparar la jubilación más allá de lo financiero, hablando del riesgo de caer en el aislamiento y la falta de motivación cuando el trabajo ya no ocupa un lugar central en la vida. Hemos visto que este cambio puede ser difícil para quienes no han cultivado aficiones o relaciones fuera del ámbito laboral.
También hemos comprobado que mantenerse activo y conectado es clave para el bienestar en esta etapa. Urra ha sugerido encontrar nuevas motivaciones, desde compartir tiempo con nietos hasta participar en actividades sociales o educativas. La jubilación, nos ha recordado, es una etapa para aprovechar las oportunidades de crecimiento y conexión que nos rodean, manteniendo siempre la ilusión por vivir.