
El Gobierno ha aprobado una nueva ley que obligará a todos los centros educativos no universitarios —públicos, concertados y privados— a ofrecer menús más saludables y sostenibles en sus comedores. Marina Risueño, experta en nutrición, ha explicado esta tarde en Manos Arriba los principales puntos de la normativa, que tiene como objetivo garantizar que todos los menores tengan acceso a cinco comidas equilibradas al día. La ley ha sido impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, con la colaboración de los ministerios de Educación, Sanidad, Agricultura y Juventud e Infancia.
Uno de los ejes fundamentales de la normativa es la obligatoriedad de incluir fruta y verdura fresca diariamente, así como entre una y tres raciones de pescado a la semana. Además, los menús deberán ofrecer legumbres y cereales —preferiblemente integrales— al menos una vez por semana. La intención es unificar criterios a nivel estatal, ya que actualmente algunas comunidades autónomas ya aplicaban estas medidas, pero de forma desigual.
La ley también incorpora medidas estrictas contra los alimentos ultraprocesados. Se limitará el consumo de fritos y platos precocinados —como croquetas, pizzas o empanadillas— a solo una vez al mes. Asimismo, queda prohibida la presencia de bollería industrial y bebidas azucaradas o energéticas en las máquinas expendedoras de los centros. Esta parte de la normativa busca combatir la obesidad infantil y fomentar hábitos alimentarios más sanos desde la infancia.
Risueño ha advertido que, aunque el planteamiento es ambicioso y positivo, queda por ver cómo se aplicará en la práctica, especialmente en colegios con cocinas centralizadas o que dependen de catering. También subraya la importancia de adaptar los menús a diferentes perfiles, incluyendo menores veganos o vegetarianos, algo que algunos centros ya vienen haciendo, ha concluido.